Atrás quedan ya los intensos días de Feria, en los que el tiempo se paraliza y la población se entrega al disfrute, a exaltar la amistad y cerrar el verano con alegría. Días en los que el recinto ferial doña Elvira de Ayala es el punto de más vida. Y aunque todo comenzó en la jornada del jueves, fueron muchos los que sucumbieron a las ganas de ver cómo estaba la feria el miércoles por la noche, con cenas de socios en algunas casetas y gran ambiente de juventud. El jueves por la tarde, el pueblo se echó a la calle para presenciar el momento más anhelado, de pasacalles de Reina y Damas de la Fiesta de la Vendimia y cabalgata de gigantes y Cabezudos, preludio a la inauguración de la feria. Fátima Soriano y su Corte de Honor, ataviadas con sus trajes de flamenca, partieron de la calle Manuel Siurot para visitar, en primer lugar, a la Santa Cruz de la Calle Sevilla. Posteriormente se dirigieron a la Ermita del Valle, donde realizaron ofrendas florales a nuestra Patrona, la Virgen del Valle, así como a Nuestro Padre Jesús Nazareno y al Simpecado de la Hermandad del Rocío de La Palma. Y la última de sus visitas fue a la Santa Cruz de la Calle Cabo, antes de montarse en sus carrozas para recorrer el pueblo… El pasacalles de gigantes y cabezudos estuvo acompañado por numerosos niños en un desfile de ilusión. El cortejo fue recibido en un recinto ferial repleto de personas que envolvían a la Corte de Honor y sus familiares mientras sonaba el pasodoble de La Palma. La reina, la concejala de festejos y el alcalde cortaban la cinta inaugural… seguido de fuegos artificiales. Fue entonces cuando Águeda Ramos, la elegida este año para iluminar la feria, activó el botón del alumbrado rodeada de sus compañeras de la asociación La Vida, instante de gran emotividad. Se lucía este año un nuevo alumbrado y nueva Portada de Feria. Algunas reestructuraciones de casetas, cuyo montaje y preparativos quedaban atrás para dar paso a la celebración. Desde el jueves, la Caseta Municipal ha estado amenizada cada tarde y noche con actuaciones, donde ha lucido una decoración más elegante. El jueves por la noche el público bailó por sevillanas y rumbas con el grupo Almorada. El viernes por la tarde, en el día de la juventud, no faltó la gran paella que se ofrece gratuitamente a todo el que acuda. Por la tarde, la chirigota palmerina del Zarxo, denominada este año ‘Los Creadores' actuaron por primera vez en la Municipal tras su éxito en los pasados carnavales. Como grandes carnavaleros, fueron los encargados de recibir en el escenario a la chirigota sevillana ‘Cogerlo ahí', que iban caracterizados de los personajes de dibujos animados más conocidos de la televisión. También cantaron temas de otros carnavales e interactuaron con el público sacando unas risas y haciéndoles pasar un buen rato. Por la noche, el escenario recibió a los maestros de las sevillanas, a Cantores de Híspalis, que abarrotaron la caseta municipal. Un recorrido por sus 38 años juntos en la profesión, con sevillanas de siempre y nuevas composiciones. En el sábado de Feria los protagonistas fueron los más pequeños, animados por el Grupo de animación sociocultural palmerino ASTE, que hicieron cantar y bailar a los niños. Para todos hubo patatas y refrescos gratis. Por la noche, la caseta acogió la cena de gala de la Fiesta de la Vendimia, a la que prosiguió como cada noche, la ambientación de una orquesta. Numerosas casetas han ofrecido al mismo tiempo sus propias actuaciones durante toda la feria, con lo que la diversión ha estado asegurada en todo el recinto. El domingo la lluvia hizo acto de presencia por la tarde y, aunque deslució el paseo de caballos y flamencas en el día del tipismo, ello no impidió que se disfrutara del resto de la tarde y la noche en el Real. Por la noche, público de todas las edades, especialmente el más joven, no quiso perderse el concierto de Rasel y sus temas más conocidos. Un concierto que resultó un éxito y cuyo cantante agradeció a La Palma su gran acogida. Y llegó el último día de feria, de homenaje a los mayores y pensionistas de la localidad. Una oportunidad para agradecerles todo su esfuerzo y sacrificio a lo largo de la vida y el gran apoyo e importante papel que cumplen en las familias. En numerosos casos, éste es el único día que acuden al recinto ferial. Además de la corporación municipal estuvieron presentes los miembros de la junta directiva del Hogar del Pensionista, que proponen a los mayores de La Palma acudir a su sede y proponer actividades para dotar su día a día de contenido. Último día de feria que, aunque con la tristeza propia de una despedida, siguió disfrutándose hasta agotar los últimos instantes, cuando luces, música, algarabía, atracciones, puestos y tómbolas dejan paso al sonido de los hierros en el desmontaje y luego, al silencio, en el recinto ferial. Y ese reloj que se detuvo hace unos días, de nuevo se puso en marcha para devolvernos a la rutina, con el dulce sabor de haber vivido una nueva feria, de las fiestas con más solera que tiene La Palma.