La Concejalía de Juventud celebró su primera sesión de cine de verano el pasado viernes, en el parque Manuel Díaz, donde se proyectó la película infantil Turbo. Y fue todo un éxito ya que acudieron unas 300 personas. La entrada era gratuita y la Comisión de la Cabalgata de Reyes instaló una barra cuyos beneficios irán destinados a eso, a sacar adelante una de las fiestas que con más ilusión viven niños, niñas y mayores. Y es que es tiempo de ese maravilloso invento que son los cines de verano porque ir al cine de verano tiene un encanto especial, de "libertad" que da el cine a cielo descubierto además de que puedes comer un bocadillo mientras ves la película, levantarte a la barra para pedir una bebida, y donde acuden familias al completo, o grupos de amigos De hecho, ir al cine de verano se ha convertido en todo un ritual. Ahora que la magia del cine se ha reducido y condensado para ajustarse a espacios cada vez más pequeños y artefactos móviles de todo tipo, reivindicamos aquí ese ritual recuperando algunos de los títulos más emblemáticos de la temporada pasada como es Turbo o la premiada La Teoría del Todo que se proyectará el próximo viernes y así poder vivir de nuevo una experiencia compartida como debe ser el cine. Y por eso, estas noches de viernes, cuando cae la noche, se cumple el ritual de la magia del cine, en la oscuridad bajo las estrellas. Agarremos sillas, preparado el proyector y los altavoces, pipas y bocatas también entran dentro de este ritual y disfrutemos de otro cine. Cine que nos haga mirar más allá y que se nos quede bien acá.