La Ruta de la Tapa dió cuenta de la buena y variada gastronomía que tiene la localidad
Dentro de la actividad turística la restauración ocupa un lugar relevante, ya que el peregrinaje monumental por nuestra localidad se complementa...
El buen tiempo y el tapeo son la mejor combinación para un fin de semana en la calle. Se ha reflejado en esta octava edición de la ruta de la tapa, en la que los palmerinos, por norma general, han participado más que en otras ediciones. Una ruta de la tapa que se celebraba de viernes a domingo, con el propósito de dar a conocer la buena y variada gastronomía que tiene la localidad, potenciar su sector hostelero y hacer disfrutar a los vecinos y amantes de la buena mesa, de una cocina de calidad a precios económicos.
Todo ello se unía al encanto de recorrer distintos lugares e ir probando las distintas tapas que han propuesto este año los trece establecimientos participantes. El pasado viernes a mediodía arrancaba oficialmente esta nueva edición, y como cada año desde un lugar diferente. En esta ocasión, se daba luz verde a la ruta de la tapa desde la Repostería Hogar del Pensionista, contando con la presencia del alcalde, Manuel García Félix y parte de la corporación municipal.
Pedro González y Tere Soriano tenían preparada una mesa muy especial, con antiguas botellas de la solera palmerina, fruto de su colección particular, y sus tres tapas que son casi de lo más demandado de la casa. Repostería Hogar del Pensionista es uno de los establecimientos habituales en la ruta de la tapa, una iniciativa que les parece muy acertada.
La Palma tiene buena cocina y muy buenos cocineros. La concejala de Turismo, Rosa Arteaga, agradeció el cariño y la atención con la que prepararon la presentación de estos platos que dan luz verde a la ruta de la tapa.
Dentro de la actividad turística la restauración ocupa un lugar relevante, ya que el peregrinaje monumental por nuestra localidad se complementa con la degustación gastronómica, que ofrece el mejor entorno para "el tapeo".
Para los cocineros y los establecimientos participantes es importante también el reconocimiento del público. Las tapas se puntúan y de este modo se elige el establecimiento ganador. Pedro Rojas, cocinero del bar Rincón Cofrade, ha seleccionado cuidadosamente los ingredientes de sus tapas, buscando la innovación.
Apetecibles tapas elaboradas con productos de la mejor calidad a precio muy económico, de tan solo 2.50 euros incluida la consumición de bebida.
Son los propios comensales quienes, convertidos en jurados, elegirán las tapas merecedoras del título a la mejor, aunque ello no quita mérito al resto, pues se trata de una decisión muy difícil.
También se premia a los consumidores más participativos reuniendo cinco sellos de establecimientos como mínimo. Este año se entregarán tres premios que se darán a conocer en los próximos días.