A tenor de las cifras que maneja la Concejalía de Cultura del consistorio palmerino la tercera edición de la Noche Blanca ha sido todo un éxito. Pasado varios días se ha hecho balance y un estudio que arroja unos resultados más que satisfactorios ya que se estima que unas 3.500 personas han visitado las diferentes actividades propuestas. En total se han entregado 2.000 pasaportes, de los cuales mil fueron obtenidos a través de la página web del Ayuntamiento. Las actividades más frecuentadas han sido el desfile de la calle de la moda y la apertura de las históricas Bodegas Morales. La concejala de Cultura, Mónica Dorado, ha agradecido a todos los participantes su colaboración, a las bodegas, a la familia García Miña, dueña de las Bodegas Morales, a muebles Estrella por la decoración de la Casa Tirado y el Teatro España, a los modistos Barneto, Marco Zapata y la firma Karamelo por sus desfiles, a los bares de la localidad, a las hermandades, los grupos de jóvenes y voluntarios y los comercios por vestir sus escaparates de blanco. Todo el mundo ha contribuido al éxito de esta edición. Y es que Palmerinos y visitantes tomaron las calles de la ciudad para vivir la Noche Blanca de la Cultura y el Vino. Buen ambiente, ganas de disfrutar y de aprovechar al máximo la amplia oferta, con más de 50 actividades repartidas entre bodegas, monumentos y calles, que han hecho de esta edición el éxito ya mencionado. Multitud de personas se concentraron en la Puerta de Carruajes para vivir de primera mano el taponazo de salida. Se entregaron más de 2 mil pulseras con la bandera de La Palma y mil pañuelos blanco con la recién estrenada marca La Palma, que se presentó esa noche. Más de 60 jóvenes participaban como voluntarios, repartidos entre los distintos espacios. La noche comenzaba con una copa de vino de La Palma, como parte de esa cultura vitivinícola por la que se apuesta y que se intenta impulsar con iniciativas como esta, que fue ensalzada por el presidente del Consejo Regulador, Manuel Infante. Representantes de las bodegas palmerinas participaron junto al alcalde, Manuel García Félix, y la concejala de Cultura, Mónica Dorado, en el brindis inicial. En este importante evento el Ayuntamiento hizo la presentación de la marca La Palma, que es el nuevo logotipo de la marca corporativa, en la que se quiere destacar el arraigo a la cultura del vino, que se ve representada en la vid, puesto que ésta es la única localidad onubense declarada Ciudad Europea del Vino. En los trazos se refleja también la palmera como símbolo identitario y el corazón evoca la unión y amor de los palmerinos por su pueblo. Se trata de una imagen dinámica y llena de personalidad que sirve como base para la promoción turística del municipio, así como la promoción de las diferentes actividades y acciones realizadas en las distintas concejalías: turismo, festejos, cultura, juventud, deportes… Y tras el taponazo de salida, que este año ha protagonizado la joven Rocío Moreno Millán, se dio comienzo a las actividades. El alcalde, Manuel García Félix, destacó la gran acogida de este evento por parte del público. De inmediato, filas de cientos de personas aguardaban su turno para visitar nuestros monumentos más emblemáticos del casco histórico artístico. Una oportunidad única para subir a la torre y disfrutar de sus magníficas vistas, así como al torreón de la Ermita del Valle, que es otro de los descubrimientos que deja fascinado al visitante. Bodegas Millán, Cooperativa Nuestra Señora de Guía, Bodegas Infante, Bodegas Rubio y Bodegas Garay, dieron a conocer sus instalaciones y sus productos, con interesantes exposiciones y actuaciones en distinto horario. Junto a estas cinco bodegas de la actualidad, otra de las novedades fue la apertura al público de las históricas Bodegas Morales, que datan de 1892 y que pocas personas conocían o recordaban, instalaciones que fueron acondicionadas por parte del Ayuntamiento para su visita en esa noche y donde se llevaron a cabo visitas guiadas con una interesante explicación y un museo de antigüedades. Este año hemos podido disfrutar de las actuaciones de la Coral Polifónica Municipal de La Palma, el Grupo de cuerda "Notas Blancas", la Chirigota del Zarxo "Los Creadores 2014", la cantaora Auxi Martín, el pianista Manuel Delgado, concierto de órgano en la Iglesia de San Juan Bautista a cargo de José Villalba, Pasacalles de la Banda Municipal ‘Nuestra Señora del Valle', el Coro de la Hermandad de la Santa Cruz de la Calle Cabo y el fin de fiesta del Grupo "A mi Aire". En cuanto a exposiciones, se pudieron contemplar pinturas de distintos autores con la temática de "Bodegas de La Palma", una muestra de los artículos artesanales de la Guarnicionería Silva, la exposición "Juan Ramón Jiménez, aquel chopo de luz", esculturas de Martín Lagares, creaciones de Remedios Bocanegra "La Palma en miniatura" y pinturas de Laura Flores Casado,… Otra de las novedades fue la Exhibición de Toreo de Salón a cargo del diestro Javier Jiménez, figura del cartel de la Corrida de Toros del próximo 13 de septiembre en la localidad, que contó con la colaboración de numerosos niños. Además de los monumentos del conjunto histórico, abrió sus puertas la Iglesia de El Salvador y su Sala del Tesoro, La Ermita de San Sebastián, así como las Capillas de las dos Cruces de Mayo: la Cruz de la Calle Sevilla y la Cruz de la Calle Cabo, que además de enseñar sus respectivas Salas del Tesoro, también expusieron carrozas de los romeritos en la calle para su contemplación. En el Teatro España se expuso una vistosa e interesante colección de trajes de reinas y damas de la Fiesta de la Vendimia, y también se abrieron dos calles temáticas, la calle Virgen del Socorro fue la "calle de las flores", donde el aula de danza realizó una exhibición y también hubo clases de sevillanas por Mercedes Pérez Rosado. Tuvo gran éxito la calle de la moda, donde las firmas Marco Zapata, Karamelo y Barneto presentaron su colección de trajes de boda y ceremonia. Numerosos bares y restaurantes también participan ofreciendo una tapa elaborada con vino, brandy y vinagre de La Palma, por lo que toda la localidad se volcó en la organización de este evento. Una noche, sin duda, muy especial donde La Palma se convierte en escaparate monumental, de cultura y tradición vitivinícola, abriendo la puerta a sus encantos y con gran ambiente en las calles.