El Ayuntamiento lleva ya medio mes podando todos los naranjos y limoneros del municipio de plazas, calles y jardines. Aun queda trabajo para mes y medio de esta labor tan necesaria ya que se eliminan ramas mal dirigidas, enfermas o secas, rebrotes de raíz, o chupones que nacen en el tronco. Una poda que también evita el ocultamiento de carteles indicadores, la obstrucción de desagües, roturas de cables, oscurecimiento de calles por proyección de sombras, golpes producidos por vehículos altos como furgonetas, entre otros inconvenientes. Previa a esta poda también se han estado recolectando los frutos, sobre todo naranjas amargas, que las aprovechan empresas del sector, fabricas de transformación e industrialización del naranjo amargo, de hecho muchas de estas naranjas van destinadas a Iberfruta. El Ayuntamiento de la ciudad, una vez que el naranjo ha cumplido su ciclo ornamental procede a la retirada del fruto, antes de que se produzca su caída por maduración y llegue la nueva floración que ha de perfumar las calles de la ciudad la próxima primavera. Naranjos, un árbol muy querido por la población, que anuncia grandes momentos del calendario como la primavera y la Semana Santa cuando brota el azahar. Es el árbol urbano por excelencia de La Palma junto a las palmeras.