La Asociación Vedruna del Condado ha dado a conocer mediante una charla la labor humanitaria que realizan las hermanas Carmelitas en todo el mundo. Lucía Dabrio, miembro de esta asociación, recordó que el objetivo es hacer pública la vida y obra de Santa Joaquina de Vedruna. También repasó las actividades que últimamente han hecho, como erigir una estatua de la Santa en la Plaza del Altozano.

 

Ahora quieren imprimir a la asociación un nuevo carácter, estar más presentes en las redes sociales. En este sentido recordó que hay unas dos mil carmelitas repartidas por todo el mundo y que Roma ya ha beatificado a 25 hermanas de la citada orden, por lo que la comunicación y las nuevas tecnologías juegan un papel determinante

 

Por su parte, Miguel Ángel Díaz, también miembro de la asociación, quiso resaltar otras labores que realizan las hermanas y que son desconocidas y solapadas por su labor de enseñanza en el colegio, la más evidente. Así enumeró otras actividades calladas como la visita a enfermos, atender a familias desestructuradas, participación en catequesis, apoyar a los presos en la cárcel o acudir a las casas de personas mayores que no se pueden desplazar para darles la comunión, entre otras muchas.

 

Asimismo intervino Agustín Carmona, miembro del Grupo Joven Vedruna, quien se refirió al trabajo que realizan a través de talleres para unos 90 niños y niñas en los que se les ofrece un proyecto de vida donde Jesús esté presente y se les inlculca el carisma Vedruna.

 

También participaron en el acto Lurdes Márquez, quien dio a conocer la Fundación Vedruna Intercontinental Comunión (VIC), una fundación civil que continúa la labor social que desarrolla en todo el mundo la Congregación de las Hermanas Carmelitas de la Caridad de Santa Joaquina de Vedruna. 

 

Precisamente se centró en los proyectos que ha acogido el Colegio de las Carmelitas de La Palma desde hace unos cuatro años, como el de Gabón, de apoyo y acogida a mujeres víctimas de tráfico ilegal, o el proyecto del Congo, donde se ha desarrollado una escuela maternal. 

 

El proyecto más reciente ha sido reconstruir una escuela destruida tras el terremoto de Haití. El colegio de La Palma recibió una carta de la Casa de Haití pidiendo ayuda. Desde ese momento el centro se volcó para reconstruir la escuela. Desgraciadamente hubo una gran tormenta el pasado agosto que asoló de nuevo el edificio. En estos momento las Carmelitas de La Palma se encargan de la reparación de la cocina de esa escuela destruida. Lurdes Márquez recalcó que a esos proyectos va destinado el dinero recaudado en los teatros que organizan o en las meriendas en el colegio de pan con chocolate.

 

En el acto intervino por último Raquel Velarde, perteneciente a una asociación Vedruna de Sevilla, que contó de primera mano su experiencia como voluntaria en Haití tras el terremoto. Una experiencia que le ha marcado y le ha enriquecido espiritualmente y que le ha cambiado la vida. En muestra de agradecimiento Lucía Dabrio le entregó la medalla de la asociación.